CABALLERO: “EL HOSPITAL SE HABÍA TRANSFORMADO EN UNA OFICINA DE COMPRAS Y NOSOTROS INTENTAMOS DAR VUELTA ESTA FORMA DE GESTIONAR Y EMPEZAMOS A DESARROLLAR LOS SERVICIOS ADENTRO”
El Dr. Ricardo Caballero dijo que la nota “sigue siendo baja” al hacer una autoevaluación de lo que han sido estos primeros siete meses de su gestión al frente del Hospital local.
Al ser consultado en el programa Tiempo de Todos de la Voz de Melo, el jerarca hospitalario afirmó que el hospital es una organización “bastante difícil”, que presentaba una falta de desarrollo “muy grande” al momento de la asunción del actual equipo de gestión: “encontrar soluciones es una tarea titánica porque lo que abunda son carencias de todo tipo y no me refiero a la carencia presupuestal, que esa sería la última, sino carencias de gestión, velocidad de reacción, un centralismo muy agobiante, carencia de recursos humanos, falta de estímulo para que el personal de la salud quiera trabajar allí. Entonces, todo eso conlleva que tenés que gestionar una crisis permanente, incluso cuando asumimos no teníamos ni siquiera Dirección, teníamos un hospital que desde el punto de vista edilicio estaba implosionado, se llovía por todos lados, los Directores se reunían en un corredor, un deterioro de la planta física general, sectores del hospital transformados en basurero, en casi todos los pisos, amontonados, artículos que no se usaban más tipo deposito en los servicios, en fin; no cobertura de guardias, era lo más habitual que no hubiera anestesistas, cirujanos ni pediatras, hasta incluso teníamos dificultades para cubrir la puerta de Emergencias y al día de hoy se han ido subsanando algunos de los problemas más grandes, los primeros dos o tres meses dedicamos muchísimo esfuerzo al área pediátrica porque los niños no nacían en el hospital, nacían en la ambulancia o en Camcel y lo que se lograba hacer funcionar era todo por compra de servicios, que se hace por necesidad porque si tenés una mujer con un parto en curso y no tenés quién te lo atienda, tenés que recurrir a quién tenga las herramientas para hacerlo y después pagarlo, pero eso también ocurría en otras áreas como pediatría o cirugía, también en anestesia, y hoy nos está pasando en cardiología, porque llega un infarto a la puerta de la Emergencia y yo tengo que comprar servicio porque no tengo cardiólogo y esa es la cola de lo que me va quedando para completar las guardias”, manifestó Caballero, quien dijo que se han superado las dificultades en el área de pediatría: “tuvimos que hacer una movilización muy importante porque había algo que no funcionaba y donde se hacían un promedio de 17 a 20 partos por mes en el sector privado, los traumatológicos no se operaban en el hospital, en fin el hospital se había transformado en una oficina de compras y nosotros intentamos dar vuelta esta forma de gestionar y empezamos a desarrollar los servicios adentro, uno por uno, pediatría está muy bien, nosotros no teníamos pediatras para ver a los niños enfermos y hoy tenemos dos pediatras en policlínica para poder agendar niños con patologías”, agregó.
En materia económica, comentó que al asumir la administración el Hospital tenía un déficit acumulado de 13 millones de pesos, en el mes de julio de 2020, finalizando el ejercicio con un superávit que se devolvió a Rentas Generales: “terminamos el ejercicio con un superávit que se volvió a Rentas Generales pero con cobertura del 90% de las guardias e incluso logramos ampliar algunas más porque tenemos guardias oftalmológicas, que no teníamos, cirujano plástico que tampoco teníamos, en enero empezamos con los cuidados paliativos en domicilio, que no teníamos, renovamos la internación domiciliaria, que ya venía funcionando pero lo prolijeamos con un llamado a licitación, pero todo con la misma plata y esa misma plata sobró. Yo a lo que voy es que las instituciones de salud tienen un problema de gestión que es lo más acuciante, no es la disponibilidad de recursos financieros sino la mala utilización de los mismos, nosotros con muy poca cosa, sin genialidades, se logró tener los servicios desarrollados, tomamos como objetivo no comprar afuera si no desarrollarlo adentro y recurrimos afuera solamente en casos que nos sea imposible, como en este momento que tengo que recurrir por el tema de los cardiólogos pero mi objetivo es traer cardiólogos así como encontré pediatras y hemos encontrado oftalmólogos, y esta es una tarea permanente que hace que podamos seguir desarrollando cosas que antes no se hacían, porque se había dado como normal que el hospital tenía que funcionar mal en lo edilicio, se llovía por todos lados y estaba bien tener un expediente tres años circulando de escritorio en escritorio en ASSE, para decirte que no había plata para arreglar un techo y nosotros la gestión la realizamos de otra manera y se arreglaron absolutamente todos los techos, recuperamos el área de administración así como áreas internas, estamos pintando y refaccionando adentro, y eso lo estamos haciendo con una gestión diferente, distinta y tratando de maximizar los recursos que tenemos para que el Hospital funcione”, afirmó.
MÁS AUTONOMÍA
“Si algún día pudiera reclamar algo diría autonomía de gestión. Los hospitales no son autónomos, si yo tengo necesidad de tener un médico en puerta necesito un año de gestión en ASSE para que me lo nombren y los enfermos no tienen tiempo para esperar. Entonces, yo diría que lo más urgente que tienen hoy en día los hospitales del Uruguay es la posibilidad de ser ágiles en la toma de decisiones y en la implementación de soluciones, el presupuesto no es el escollo, porque lo que hace más difícil el funcionamiento del hospital es el gran enlentecimiento que tiene todo, si vas a hacer una extensión horaria de un funcionario se demora un año, para pedir un cargo seis meses, si vas a autorizar suplencias, por ejemplo, es una eternidad, por eso los hospitales están todos agujereados y por eso todos compran afuera”, puntualizó.
HUMANIZACIÓN DE LA GESTIÓN
“Nosotros logramos una buena atención y respuesta en la farmacia y en la policlínica porque tenemos, presencialmente, representantes de la Dirección que son los que entienden la necesidad del usuario y no permiten que ningún funcionario, porque esté estresado o enojado, atienda mal. Yo tengo un funcionario que atiende y empatiza con la gente porque la impronta que queremos darle es otra; es un defecto casi que personal que yo tengo y que conjuntamente con el equipo lo hemos ido implementando que es ponernos en el zapato del usuario porque cuando se está en el medio de la batalla, se está concentrado lo que se está haciendo y perdés mucho lo que muchísima gente necesita, que es la posibilidad de que te escuchen. Entonces, lo que buscamos es tratar de amortiguar algunas situaciones porque todas son importantes y en la Emergencia, este año, la aspiración es buscar esa figura, que sea la cara visible del usuario”, enfatizó.