El dirigente Fernando Amado dijo en Melo que el “acumulado” de muchos años de militancia dentro de un partido tradicional y la constatación de que de alguna manera “estábamos peleando contra molinos de viento” determinaron su alejamiento del Partido Colorado: “el Partido Colorado ya había tomado una decisión, la inercia, la cultura colorada termina marcando que el Partido Colorado representa y va a defender determinados valores, y nosotros no pudimos, lo que es el reconocimiento también de una derrota política, una frustración porque realmente nosotros teníamos la ambición de poder cambiar eso desde adentro y no pudimos. El Partido Colorado, desde mi punto de vista, de recrear un Batllismo de izquierda, progresista, espejo de lo que fue el Batllismo de Batlle y Ordóñez, no tiene arreglo, es decir es un partido que ha optado por otro camino y el tiempo nos sigue dando la razón”, manifestó, aclarando que no se considera un frenteamplista sino un “batllista de izquierda republicana con una asombrosa vigencia en el siglo XXI. Lo que cambian a veces son las herramientas y obviamente el mundo pero el acuerdo es con el Frente Amplio y la fórmula a partir de una propuesta concreta de Martínez de la necesidad de ampliar la base del progresismo y volver a recuperar esa esencia que tuvo el Frente Amplio de tener las puertas abiertas para gente de otros partidos que se sienten progresistas pero que en sus partidos se sienten minoría y no logran cristalizar incidencia política”, agregó.