Ariel Ferrari destaca la inclusión de nuevos colectivos y la necesidad de mejoras en la implementación del programa
El Banco de Previsión Social (BPS) ha aprobado la extensión del Plan Ibirapitá para incluir a quienes perciben la asistencia a la vejez y a pensionistas por viudez, beneficiando a unas 4.300 personas adicionales en el país. Con esta medida, el número total de beneficiarios de esta prestación alcanza las 33.000 personas, según destacó Ariel Ferrari.
Desde la Representación de los Pasivos en el Directorio del BPS, se valora positivamente esta decisión, aunque se mantienen reparos sobre la forma en que actualmente se implementa el Plan. Inicialmente, el programa suponía la entrega de tablets a los pasivos, pero la actual administración lo ha sustituido por la entrega de equipos de telefonía celular. “En agosto del año pasado se incluyeron los pensionistas de la vejez, es decir, aquellos que están en situación de pobreza, que no pudieron generar jubilación y tienen 70 años o más. Nosotros allí reclamábamos que los que tienen asistencia a la vejez también fueran incluidos. Se resolvió incluir a esas 4.300 personas que cobran la asistencia a la vejez y, además, a las pensionistas de viudez que cumplen con las condiciones: mayores de 65 años que cobran menos de 30.880 pesos. Esto hace que un colectivo de cerca de 33.000 personas, pensionistas todas ellas, tenga acceso al programa Ibirapitá.”
Ferrari destacó la importancia de esta inclusión, alineada con el objetivo original del Plan Ibirapitá de no dejar rezagados a los adultos mayores en un mundo cada vez más tecnológico. No obstante, criticó la actual implementación del programa, señalando que la sustitución de las tablets por celulares ha generado desigualdades y exclusiones.
Actualmente, se entregan solo teléfonos celulares, lo que Ferrari considera un retroceso comparado con la entrega inicial de tablets y el acompañamiento educativo proporcionado por el Plan Ceibal. Ferrari mencionó la necesidad de estudiar la inclusión de personas que viven en complejos habitacionales del BPS, quienes a pesar de haber recibido tablets, a menudo enfrentan problemas de funcionamiento que los dejan excluidos del acceso a la tecnología.
En cuanto a la economía del sistema, Ferrari señaló que el presupuesto es menor debido a las nuevas restricciones que limitan el acceso a menos personas, lo cual considera un retroceso en comparación con las políticas previas.