Todos los 2 de febrero las playas del país reciben a numerosas personas que se congregan para celebrar a la diosa del mar.

Se trata de una  festividad vinculada a una comunidad religiosa con impronta africana, que tiene impacto cultural y social en distintos puntos del país.

Debido a la situación sanitaria, la fecha transcurre sin ceremonias especiales, evitando aglomeraciones, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública, si bien las ofrendas pueden ser realizadas en cada uno de los cauces de agua.

La Federación Umbandista apeló a la responsabilidad de sus integrantes. Por ello se exhorta a la población a no concurrir a los lugares donde habitualmente se desarrolla esta celebración.