La producción apícola, como tantos otros sectores de la producción nacional, se ha visto fuertemente resentido como consecuencia de la sequía que se ha instalado en Uruguay.
Se avizora una importante merma en la cosecha de miel en 2023 que podría llegar al 30%.
A la situación climática se suma además dificultades para la comercialización del producto.
Karina Borges, de la Asociación de Apicultores de Cerro Largo, dijo que al factor climático también debe sumarse el tema de comercialización y precios, que están “muy deprimidos”.
Para esta productora departamental, hoy en día el problema “más grande” que atraviesa el sector es la falta de mercados para la colocación de la miel producida: “en este momento el problema más grande que estamos atravesando es la falta de comercialización que está teniendo el sector, la exportación está prácticamente a cero y también el tema de precios que de la zafra anterior a esta ha disminuido muchísimo y eso repercute directamente en el poder adquisitivo del productor y en cómo puede realizar su tarea”, puntualizó, informando que los exportadores sostienen que no hay mercados; “Estados Unidos, que es uno de los principales compradores de Uruguay, se había abastecido con muchísima cantidad de miel que compra en países como Vietnam, a precios mucho más bajos, entonces no estaba necesitando grandes cantidades. También Argentina tiene un stock muy importante, el año pasado no pudo exportar porque habían sido sancionados y ahora están comercializando a precios más bajos que nuestra miel. Entonces, ya en noviembre, a pesar de que había poca miel en el mercado uruguayo para exportar, se había enlentecido y ahora en enero se paró del todo”, subrayó.
Los problemas de comercialización se suman las adversidades climáticas ya conocidas y que las abejas sufren como cualquier otro rubro de producción.