Nicolás Fariña, reconocido artista local, presentó esta semana su más reciente obra en Plaza Independencia de Melo. La pieza, una majestuosa escultura de hierro que supera los 100 kilogramos de peso y alcanza la altura de una persona adulta, retrata a un tamborilero afrodescendiente. La obra capta la esencia de la cultura y la historia de la comunidad afrodescendiente, rindiendo un homenaje profundo a los tamborileros del candombe, en especial a los Negros y Lubolos.
Fariña, reconocido por su extraordinaria capacidad para convertir chatarra en arte, ha creado esta escultura como un tributo al arte del tamboril y a la historia de los esclavos. La figura del tamborilero, con una cadena al cuello, simboliza de manera poderosa las raíces de la tradición candombera y la resistencia cultural de esta comunidad.