Escrito por Sergio Botana
Cada vez que el horizonte de la Patria se llena de nubarrones amenazantes, la historia ha encontrado siempre al viejo Partido Blanco haciendo lo que hay que hacer cueste lo que cueste. Nos encontró haciendo la Patria americana libre con Artigas, nos encontró defendiendo la institución y la ley con Oribe, y la soberanía nuestra y la paraguaya con Leandro Gómez, y ahí mismo entrando Brasil adentro para liberar esclavos allá como los habíamos liberado acá. La historia nos ha encontrado asegurando paz en tiempos de desorden y haciendo revoluciones en tiempos de órdenes autoritarios. Las dictaduras siempre encontraron un blanco para enfrentarlas y a la República nunca le faltó un blanco para afirmarla en el tiempo y circunstancia que fuere. No recuerdo un hecho en la historia en que este viejo Partido, que es el más viejo del mundo, haya pensado en sí mismo antes que en la Patria. Si es necesario para el país es bueno para los blancos. Si el país precisa los blancos responden.
Parece innecesario marcarlo. Es así. Así se ha trasmitido de generación en generación. Es cosa innata. Es un modo de ver y sentir al país. Conciencia americana que brota del alma. Respeto por las libertades propias y las ajenas. Solidaridad que viene de las almas buenas y no solidaridades aprendidas por conveniencia. Cuando la República ha sufrido la cura siempre vino del lado de los blancos. Es el hacer lo que hay que hacer para no avergonzarse con el mandato de la historia.
Qué distinto lo de estos otros muchachos. Siempre pensando en ellos mismos. Siempre pensando en la propia suerte. Siempre midiendo costos, y siempre errando el cálculo cada vez que el País necesita mismo.
Cuando los gringos quisieron poner bases en la Laguna del Sauce, allí estuvieron ellos para respaldar. Después dan cátedra de antimperialismo. Fue un error. Justo eran aliados de los yanquis en ese entonces.
Casualmente se distrajeron y no apoyaron a Sandino en Nicaragua.
Cuando vino la dictadura le dieron la bienvenida apoyando los comunicados 4 y 7. Claro, se equivocaron. Creyeron en un golpe peruanista con medidas favorables a sus posiciones políticas. No se acordaron de que golpe es golpe, venga de donde venga y tenga el signo que tenga. Bueno, siguen hoy apoyando las dictaduras de Cuba y Venezuela.
Ni que hablar de la salida de la Dictadura. Pactaron con los milicos en el Club Naval. Mantienen el Pacto hasta hoy. Son cómplices de la salida negociada. Son cómplices de que no haya habido posibilidad alguna de justicia. El Uruguay es testigo. Pactaron en aquel entonces y mintieron para adelante hasta hoy. Encubrieron a Gavazzo y a Silveira. Parece que se equivocaron en el Club Naval y se olvidaron de leer las actas en este otro episodio.
En el 2002 con el país en llamas pidieron default y no votaron la autorización para el préstamo de los 1500 millones que pidiera Batlle para salvar al Uruguay. Vinieron a prometer que no criticarían mucho, a decir que comprendían la situación y que era esa la única salida. No dieron sus votos. El Partido Nacional que no era parte del gobierno fue el que levantó las manos.
En la pandemia han hecho todo mal. No acertaron una sola. Ni una vez tuvieron una actuación como la gente. Siempre con la piedra en la mano y el error en la cabeza. Buscando la falla del contrario-como si en esto hubiera otro contrario que el COVID y sus consecuencias- para ver si pueden zafar de su desgracia política.
Lo primero que hicieron fue pedir cuarentena obligatoria. Les ganó la responsabilidad de los uruguayos. La pidieron desde sus cupulas políticas y desde sus adláteres del Sindicato Médico. Querían solución a la argentina. Después salieron a decir que no habían pedido. Nos hubiéramos muerto de hambre en malones con el camino de ellos. Solo a cabezas totalitarias se les podía ocurrir encerrar al pueblo. No confiaron en la responsabilidad de la gente como no confían jamás.
A los pocos días organizaron caceroleadas como si con el ruido de las ollas se fuera el bicho. No fueron ellos, fue el PIT-CNT que no tiene nada que ver con ellos. Todavía nadie entendió lo que quisieron hacer.
Votaron el Fondo COVID pero siempre expresando disconformidad. Querían que las tarifas permanecieran congeladas por 2 veces. El país hubiera gastado 1000 millones de dólares con esa medida, y hubiera favorecido más a los que más consumen que son los que más tienen. Otros 1000 hubiéramos gastado hasta ahora con la renta básica general. El gobierno cuidó la plata y ha dado la asistencia necesaria. Quieren el mismo gasto que han tenido que disponer los países que no tienen sistemas de cobertura permanente en lo social. Por lo menos votaron.
Cuando el gobierno pidió la autorización legal para limitar la libertad de reunión en acuerdo a lo que dice nuestra Constitución se violentaron con la medida, porque en su desnorteo general habían pasado de la cuarentena obligatoria al desmadre absoluto. Convocaron manifestaciones de sus organizaciones aliadas, todas sin respetar distancias ni tapabocas, ni previsión sanitaria alguna. Terminaron organizando tocadas múltiples de tambor para provocar a la policía. Después agredieron a la policía. Querían contagio múltiple para ver si podían romper el destaque internacional del Uruguay. Nada les importó el que tiene que salir a la calle cada día a ganarse el pan, sin otra protección política que la que le da el sudor de su frente. Bien saben que para que el que no tiene ingreso fijo ni sindicato fuerte que lo ampare, la única manera es que haya algo de movilidad. Si todo se prohíbe, si la movilidad tiende a cero, el ingreso familiar del cuentapropista va a ser cero. Estos irresponsables querían ventaja política. Se olvidaron de los pobres y se olvidaron de la salud.
Ahora las vacunas. Se pusieron a conseguir vacunas. No consiguieron nada. El gobierno consiguió las vacunas. No les sirven. Dicen que llegan tarde. Dicen que tienen problema de papeles y dicen que son caras. Hay que avisarles. Las de ellos no llegaron ni temprano ni tarde. Las de la tan socialista OMS nos va a hacer esperar hasta el cansancio, porque la solidaridad de estos muchachos empieza después de su satisfacción. Con lo de los papeles quedaron pegados de nuevo. Resulta que el brasileño Covas les tuvo que explicar que Uruguay y Colombia negociaron directo con la matriz china. Ahora el problema es la plata. Resulta que no importaba la plata si se trataba de la salud. Ahora el problema es la plata. Lo único cierto es que en esta pandemia le erraron como le erran siempre que el país los precisa.
La izquierda uruguaya tiene esa maldición. Jamás estará a la altura de la circunstancia. Jamás hará lo que tiene que hacer cuando se requiere espíritu generoso. Me aburrí de ser delicado. Me aburrí de soportar la acusación permanente en silencio. Me aburrí de no reclamar que antes que Blanco, Colorado, Frentista, Comunista, Cabildante, Tupamaro o Verde, lo primero es ser ORIENTAL. Eso es lo primero, lo otro es un modo de serlo, pero no se puede ser bueno con los partidarios sino se lo es con la PATRIA cuando la PATRIA PIDE.