Patria Gaucha: Sociedad Criolla A Poncho y Espuela presenta la muerte del Gral. Rivera

La sociedad tradicionalista A Poncho y Espuelas buscará un nuevo triunfo en el tradicional concurso de aparcerías; el año pasado la institución arrasó con los premios.

La temática este año es la muerte del Gral. Fructuoso Rivera, recreándose para la ocasión el rancho donde falleció del General Fructuoso Rivera.

Las disertaciones están a cargo del pesquisador histórico vergarense Jorge Carlos Muñiz Cuello. Para esta representación se tomó en cuenta en forma primaria, que el rancho donde aconteció el fallecimiento del General, está ubicado físicamente en el departamento de Cerro Largo, a corta distancia de la ciudad de Melo y junto al arroyo Conventos.

La vida civil y militar del General Rivera será abordada en la forma más sintética posible, poniéndose verdadero énfasis en su periplo por tierras de Brasil, exactamente cuando estuvo preso en la Fortaleza de Santa Cruz (a pedido del Gobierno Oriental y por intrigas del Dr. Andrés Lamas), momentos en los cuales contrajo la tuberculosis que le quitaría la vida posteriormente.

Luego de ser puesto en libertad, el General se entrevistó con el Emperador Pedro II, reivindicó amistades con el General Pacheco y Obes y fue invitado a formar un triunvirato (ilegal ante la Constitución de la República Oriental del Uruguay) junto a los Generales Juan Antonio Lavalleja y Venancio Flores. Es así que Rivera, con cierto séquito militar, se pone en marcha hacia la ciudad de Yaguarón, donde arriba en el invierno de 1835, estableciéndose en una casona ubicada en el centro de la ciudad y alquilada a tales efectos.

Allí lo visita su esposa Bernardina y en noviembre de 1853, el General se siente mejor de la tisis que lo aqueja y decide pasar al Uruguay por el “Paso de los Piedras”, donde lo esperaba la escolta colorada, a cargo del Coronel Brígido Silveira (caudillo militar de Minas).

Hoy se conoce que Rivera, inducido por amistades, se arrimó al rancho de Bartolomé Silva (Bartolo) dado que éste, tenía fama por las curas “con agua fría” (tratamiento de una época introducido al Uruguay por el catalán Pedro Mombrú) y comenzó a hacerse tratar por Bartolo. Según los historiadores mejoró bastante, dado que pudo volver a montar a caballo, realizando varias recorridas por dentro y fuera del departamento de Cerro Largo.

Así transcurrió el mes de diciembre, pero en enero volvió a decaer hasta que el día 11 fue traído al rancho de Bartolo y ya no pudo recuperarse más, falleciendo a las 6:10 de la mañana del día 13 de enero de 1854, en presencia del doctor andaluz Luis María Navarrete, quien certificó el deceso.

A todo esto, se detallará cómo se idearon para trasladar el cuerpo a Montevideo, con quien consiguieron el carruaje para el transporte del cadáver y la identidad del negro que había sido esclavo y que condujo dicho carro hasta Montevideo, escoltado por lanceros y por la división de Brígido Silveira.

Por su parte, también se analizará la probable iniciación en la masonería que tuvo Rivera y la identidad y los parentescos que poseía Bartolo Silva, quien era pardo, era hijo de un gallego inmigrante, sindicado entre los primeros pobladores de la “Villa de Melo” y cuñado del Comandante brasileño Albano de Oliveira Bueno (que era lugarteniente del General Bento Goncalves da Silva) y por ende, amigo de Rivera.

Por el lado de la compañera sentimental de Bartolo Silva, existía un fuerte parentesco con los portugueses Teixeira de Mello, estancieros y oficiales del Imperio del Brasil, adheridos a la masonería en Melo y de uno de ellos, aún se conserva su casa en la calle del Pilar, declarada Monumento Histórico. Se piensa, que esta gente, tampoco estaba lejos de Rivera y que él los conocía. Se analiza grado de influencia que pueden haber tenido sobre el General y las decisiones asumidas por éste.

Se hace hincapié en el motivo de su enterramiento en la Catedral Metropolitana de Montevideo, junto a la tumba de su compadre el General Lavalleja, fallecido el día 22 de octubre de 1853.