Enrique Méndez, responsable de la organización del PIT-CNT, visitó Melo en el marco de la campaña por el Sí al plebiscito de la Seguridad Social. Durante su estancia, participó de una charla en el local del sindicato de la Foica, frente a la Plaza de la Concordia, donde presentó los argumentos de por qué consideran crucial la aprobación de la reforma de la Seguridad Social que defienden.
“En defensa de la vida y la dignidad al llegar a la jubilación”
Méndez destacó que el plebiscito busca revertir lo que consideran un “ajuste en derechos” impuesto a la ciudadanía y aboga por la posibilidad de jubilarse a los 60 años, además de mejorar las condiciones económicas de los jubilados. “Lo que estamos planteando es que la jubilación mínima de 18.840 pesos pueda acceder a los 22.268 del salario mínimo nacional. No resolverá la vida de nadie, pero dignifica el momento de acceder a la jubilación“, subrayó.
Expectativa optimista en la recta final hacia el 27 de octubre
En cuanto a la recepción de la campaña, Méndez se mostró optimista. Aseguró que el mensaje está calando entre la ciudadanía y que la respuesta ha sido positiva, incluso antes de intensificar las acciones puerta a puerta. “Es difícil que no se entienda que es extremadamente justo y necesario que la población pueda tener un ingreso que no esté por debajo de la línea de pobreza“, expresó.
Además, señaló las dificultades que enfrenta una parte considerable de la población para llegar a la jubilación en condiciones dignas, sobre todo con la reforma que aumentó la edad a 65 años. “La expectativa de vida creció, pero no para todos por igual”, afirmó, refiriéndose a las profundas desigualdades económicas que persisten en Uruguay, donde más de 550 mil uruguayos ganan menos de 25 mil pesos al mes y alrededor de 300 mil se encuentran en la informalidad.
Desafíos laborales a partir de los 60 años
Méndez también se refirió a la disminución de las oportunidades laborales para quienes superan los 60 años. Mientras que entre los 40 y 60 años la tasa de empleo es superior al 80%, este porcentaje cae drásticamente a solo el 19,9% para quienes tienen entre 60 y 65 años. Este dato refuerza la urgencia de una reforma que considere las realidades de los trabajadores más vulnerables, según el dirigente sindical.