LA INICIATIVA CONSISTE EN EL USO DE HONGOS PATOGÉNICOS EN EL CONTROL DE LA PLAGA
En Uruguay la problemática de la garrapata se ha ido agravando debido a la resistencia que genera este parásito a los químicos utilizados para su combate.
Frente a esta situación, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca esta promocionando un proyecto para el control de garrapata en vacunos que se enmarca en un convenio entre la mencionada Secretaría de Estado, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, y el Instituto Bio Uruguay.
La iniciativa consiste en el uso de hongos patogénicos en el control de la plaga.
Se trata del proyecto “Escalamiento en el uso del hongo patogénico en el control de la garrapata bovina”, desarrollado por el Instituto Bio Uruguay (Batoví Instituto Orgánico-Uruguay).
En representación de Bio Uruguay la Dra. Alda Rodríguez visitó Melo y confirmó que productores ganaderos del departamento ya son parte de esta nueva experiencia.
Según comentó, el nuevo producto tiene la ventaja de que no genera resistencia y su aplicación no provoca dependencia: “este nuevo proyecto consiste en trabajar con productores de Cerro Largo para utilizar hongos patogénicos de garrapatas que se encuentran en el suelo, que son agentes de control biológico nativos, desarrollarlos como bio-insumos, como bio-garrapaticidas y comenzar las pruebas a nivel de campo, pruebas que ya en otros lugares han mostrado mucha eficiencia técnica, o sea no estamos en pañales, tenemos una trayectoria con la idea de que esta herramienta se pueda incluir en un manejo sanitario ya sea en alguna de las generaciones o, si todo va bien a través de los monitoreos, que es una de las formas que venimos trabajando, seguir durante con todo el ciclo de la garrapata y demostrar cómo estos organismos no generan dependencia, van disminuyendo los niveles de infestación predial y haciendo que la plaga tenga menor incidencia económica”, manifestó la profesional en Ciencias Agraria, quien además explicó que desde los animales o desde el suelo se realizan aislamientos de hongos nativos que se multiplican en condición de laboratorios o de biofábricas, para conseguir un biogarrapaticida, que se esparce mediante esporas en campo o en animales. Estos hongos en una etapa de su vida están viviendo de la materia orgánica del suelo, y cuando se encuentran con un artrópodo como la garrapata, le provocan enfermedades que le causan la muerte: “es muy importante que estos biogarrapaticidas no generan resistencia en primera instancia, o sea que pueden tener un uso continuado o pueden incluirse en el plan de manejo y en algunas instancias usar control biológico y en otras usar productos de síntesis garrapaticida. Entonces, hay muchas ventajas, no genera resistencia, es un nuevo producto para incorporar porque algunos predios están con las posibilidades muy disminuidas dado que han generado resistencia a incluso más de dos grupos que tenemos disponibles hoy día y por el otro lado, que me parece sumamente importante, compite perfectamente con los costos, incluso es más económico”, afirmó.
Desde el MGAP se dijo a través de su página web que es relevante la generación de estrategias eficientes de control de garrapata en los sistemas ganaderos y lecheros del país, dada la experiencia positiva del proyecto culminado y probado en predios de productores lecheros y ganaderos de Tacuarembó.
En ese camino y con este nuevo convenio que pretende extender a otros departamentos como Cerro Largo y Paysandú, es que se presentó esta propuesta con el objetivo de captar productores ganaderos interesados en aplicar esta tecnología innovadora que promueve al cuidado del medio ambiente mediante procedimientos agroecológicos.