La mosca de la bichera es un parásito que en Uruguay genera pérdidas por unos 40 millones dólares en el sector ganadero y presenta más de 1.000 casos por año en humanos. El Ministerio de Ganadería estableció un plan para erradicar esta plaga en cuatro años, luego de comenzar la dispersión de la mosca ya esterilizada, en setiembre del 2023. “Es una parasitosis seria”, indicó el ministro Fernando Mattos.
Los anuncios fueron efectuados este lunes 4, en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), tras la misión oficial de Mattos a la República de Panamá, en junio, donde participó de actividades realizadas en conjunto por el Gobierno de ese país y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. También participaron en la conferencia el vicepresidente del Instituto del Plan Agropecuario (IPA), Francisco Donagaray; el representante de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Alejandro Henry, y el de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), Alberto Bozzo.
El ministro Mattos visitó la planta de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg), donde se producen las moscas estériles y se realizan los controles para evitar una reintroducción del parásito en las zonas saneadas. La campaña comenzó por Estados Unidos y continuó por México y todos los países de Centroamérica, para culminar en Panamá. La parasitosis fue erradicada en nueve países y casi dos continentes.
En setiembre de 2023, Ganadería intentará dispersar en todo el territorio nacional 25 millones de moscas por semana en las zonas de dispersión previamente definidas, a fin de cubrir unos 1.000 kilómetros de frontera con Brasil y Argentina, explicó Mattos.
Para el jerarca, el objetivo es avanzar con las gremiales de productores, que solventarán el programa, por lo que en la Rendición de Cuentas se dispuso la financiación del primer año, mediante los recursos que transferirá el fondo de enfermedades prevalentes.
El ministro destacó que la erradicación del parásito en Uruguay se concretará en unos cuatro años a partir de la dispersión de la mosca, para luego generar una barrera biológica de contención que permita evitar el riesgo de reintroducción desde zonas endémicas transfronterizas.
Fuente: Presidencia.