La pandemia y la demora en la disponibilidad de los recursos previstos en el fideicomiso fueron de los principales argumentos utilizados por el oficialismo para justificar el aumento del gasto realizado por la Intendencia y que surge de los datos analizados durante el debate generado en el seno de la Junta Departamental durante el tratamiento de la rendición de cuentas del año 2021, el primer año de la administración Yurramendi.
El edil nacionalista Waldemar Magallanes, quien junto a Washington Costa, Eduardo Dehl y Aparicio García asumieron la defensa del Ejecutivo durante la última sesión ordinaria del Legislativo, restó importancia a las críticas formuladas desde el Frente Amplio: “miramos los números, la pandemia de por medio, el dinero del fideicomiso que se demoró, por lo tanto consideramos que tenemos que darle una carta de crédito y de apoyo al gobierno departamental, que de a poco se van a ir ordenando las cosas y el presupuesto va ser cumplido como se planificó”, manifestó el representante del oficialismo, quien también se refirió al dictamen del Tribunal de Cuentas que calificó como “razonables” los números presentados por el Ejecutivo departamental: “el Tribunal de Cuentas dice que es razonablemente, por lo tanto no hay tanto para aclarar, se va a pagar, está previsto, está planificado, está calculado cómo se va a hacer, no va a haber inconvenientes”, sentenció.