En una jornada marcada por la unanimidad, salvo por una excepción, los convencionales del Partido Nacional que se reunieron en el club Atenas se pronunciaron mayoritariamente a favor de la candidatura de Valeria Ripoll para la vicepresidencia. De los 442 dirigentes presentes, solo uno expresó su rechazo a la designación, reflejando una casi total adhesión a la fórmula presentada por la fuerza política.
El único convencional en desacuerdo fue Álvaro Segredo, dirigente del departamento de Cerro Largo y miembro de la lista 4, que forma parte del espacio liderado por el exintendente de Arachán, Sergio Botana. Segredo decidió no apoyar la candidatura de Ripoll, una postura que, según comentó el senador, se enmarca en el contexto de “un partido libre, en donde se vota lo que a cada uno le parece sin que nadie lo cuestione.”
La lista de Segredo, que participó en las internas bajo el apoyo de la precandidatura de Álvaro Delgado, obtuvo 1.490 votos.
La postura del dirigente resalta la complejidad interna del Partido Nacional y la diversidad de opiniones que coexisten dentro de sus filas, a pesar del respaldo mayoritario a la candidatura de Ripoll.